artículos de opinión

Conoce nuestros argumentos y puntos de vista sobre la actualidad política municipal, regional y nacional, apoyados en el rigor y la capacidad de análisis de nuestras firmas invitadas.

REFORZAR EUROPA EN TIEMPOS CONVULSOS, TAMBIÉN DESDE ALBACETE

Comparte en tus redes

¿Aconfesionalidad católica?

Comparte en tus redes

La mascletá explotó antes de tiempo

DESDE EL ACEQUIÓN – por Antonio Martínez Martínez

Querido paisano:

Te escribo desde lo alto de la Motilla del Acequión para contarte que, a lo lejos, en la línea del horizonte, hoy Albacete se ve un poco menos verde que hace unos meses. El progreso, o eso dicen, se ha llevado por delante un buen puñado de olmos siberianos que se alineaban erguidos a lo largo de la calle Virgen del Pilar y de los que solo queda un tocón que señala el sitio donde se plantaron y crecieron, como muestra del arboricidio cometido, al parecer con premeditación, alevosía y a plena luz del día, que aparte de rimar es lo que sucedió. 

La justificación para la tala era la enfermedad que aquejaba a alguno de ellos, y que ha servido como excusa para apear a los que solo necesitaban una poda, aunque fuera en profundidad. Menos mal que no había temor al contagio de la Geleruca del olmo, porque de haber sido así me temo que habrían desaparecido incluso los geranios que mi amiga Maribel tiene en su balcón frente a la Alfonsica.

Ahora que parece que escampa y se puede pasear por la zona sin temor a ponerte pringao de barro hasta los ojos, se pueden observar dos cosas. La primera, los restos almacenados de la tala travestida de poda como prueba del hecho en cuestión, y la segunda, el retranqueo de varios metros de la nueva alineación de la calle, que mucho me temo ha sido el motivo principal de la poda, digo de la tala.

La cuestión es sencilla. Había que ampliar el ancho de la calle Virgen del Pilar y como existía una línea de árboles que entorpecían los trabajos, pues sacamos la motosierra tipo Milei y adiós muy buenas, pasándose por el forro polar el contenido del informe municipal que solo permitía renovar (que es un término mucho más delicado que cortar de raíz) un total de 18 árboles y no los 41 que han desaparecido. Vamos, lo que viene siendo la política de hechos consumados, a lo que la Concejala de Sostenibilidad y Marca Albacete ha contestado que no se trata de una decisión ni improvisada ni irresponsable. Vaya por Dios, si aún va a resultar que lo de la premeditación no es una exageración mía, sino que todo estaba atado y bien atado, como dijo en su día aquel del bigotillo fino. ¡Ah!, y que los van a reponer. Pues faltaría más.

Pero es que además llueve sobre mojado, nunca mejor dicho. Porque un poco más adelante, en la Vía Verde, no es solo que la fuente haya sido abducida por no se sabe quién o qué, sino que salta a la vista que las talanqueras necesitan un repaso, o mejor dos, y a conciencia, y ya metidos en harina, limpiar un poco el cauce del Canal de María Cristina, en este caso aguas arriba, tampoco estaría de más, porque además del consabido colchón que nunca falta en los cauces, botellas de plástico y varias cajas de poliexpán, ahora se le ha unido lo que parecen ser restos de poda, ramas y trozos más o menos grandes del arbolado que ha tirado el viento. Toda esta porquería le da al cauce, y por añadidura a la Vía, una sensación de abandono y desidia bastante desagradable. Cuidar la vía verde es cuestión de todos, de los usuarios, entre los que me encuentro, y especialmente de su titular, el Ayuntamiento de Albacete, que dicho sea de paso también somos todos.

Y como no hay dos sin tres, todo apunta a que esta no habrá sido la semana soñada por la concejala responsable del cuidado del Medio Ambiente y de la Marca Albacete, que yo no sé si reniega o no del Pacto Verde Europeo, como sí lo hace su jefe de filas regional, pero que por los hechos lo parece.

Pero a lo que iba, que me distraigo. Supongo que el apellido Marca Albacete viene dado por la estrategia de turismo que se supone tiene nuestro consistorio, y que siendo muy simplista consistiría más o menos vender a los cuatro vientos la Marca Albacete como atractivo turístico. Pues si los tiros van por ahí, me temo querido paisano que hemos pinchado en hueso, porque desde el equipo de gobierno popular no se ha estado muy fino eligiendo los tiempos, y eso en política es fundamental. Y mira que me extraña, porque para eso de medir los tiempos mi querido Alcalde se las pinta solo.

Sería de muy mala educación no agradecer y mucho, la visita de los cientos de alicantinos que han pasado unos días en Albacete promocionando Las Fogueres de San Joan, gracias al protocolo de colaboración firmado entre ambos alcaldes y fraguado en Fitur. Hasta ahí todo perfecto. Cada ciudad promociona lo suyo y todos tan contentos. Lo llamativo es la coincidencia de la celebración de Las Fogueres con nuestras Fiestas de San Juan, porque mira tú por donde el don de la ubicuidad aun no lo tenemos. O nos vamos a Alicante, como pide la Concejala de Turismo alicantina y el Presidente de la Federació de Les Fogueres de San Joan d’Alacant, o nos quedamos en Albacete. No hay más.

Llegados a este punto me permito pedir el comodín de público, para que imaginemos entre todos que cara se les quedaría a las gentes de Alicante viendo al alcalde de Albacete, vestido de manchego en lo alto del Castillo de Santa Barbara megáfono en mano, repartiendo paloma y rolletes de anís, mientras pide a los alicantinos que este año se olviden de las fiestas de su ciudad y se vengan para Albacete a disfrutar del Festival de las Antorchas. ¿Raro no?, pues eso, ahí tienes la respuesta. Cada uno en su casa y Dios en la de todos, que tiempo habrá a lo largo del año de disfrutar de las bondades de la ciudad de la luz y viceversa.

Comparte en tus redes

Música para romper un techo de cristal

artículo de opinión por Antonio Martínez Martínez

Querido paisano.

Puede que no sepas que el Ayuntamiento de Albacete ha previsto invertir en la rehabilitación del que fue tu hogar, allá en El Acequión, el  0,000098 % de su Presupuesto. No sé lo que tú opinarás, pero a mí me parece que nuestro apreciado alcalde no se ha estirado demasiado para recuperar lo que fue el origen de nuestra historia. Igual es porque tú ya no votas, no lo sé, pero…

Después de tantos siglos, supongo que no te supondrá mucho esfuerzo esperar un par de años, para ver si cambian las tornas y llega un Gobierno municipal que se ocupe de verdad en atender nuestro pasado como se merece, porque es a fin de cuentas el rumbo que puede marcar nuestro futuro.

Y hablando de futuro, y para que veas que todo no van a ser críticas, merecidas por otra parte, hoy te hablaré de una propuesta que posiblemente no cambie el futuro, pero que hará justicia una vez sentado el precedente.

A lo que vengo, vengo. Nos gusta presumir, y con mucha razón, de que en Albacete tenemos el privilegio de disfrutar de la música que interpreta con maestría la Banda Sinfónica Municipal. Una agrupación municipal más que centenaria, que vio la luz en 1859, apenas diecisiete años después de la Filarmónica de Viena, que no es cualquier cosa.

Durante todo ese tiempo, nuestra Banda ha contado con muchos profesionales que la han dirigido con acierto, hasta convertirla en la única Banda Sinfónica profesional municipal de toda Castilla-La Mancha. Para alcanzar este estatus contaron con el empuje definitivo del alcalde Pérez Castell, que como con tantas otras cosas en la ciudad, también se empeñó en darle lustre a la música municipal.

Según me cuentan fuentes generalmente bien informadas, y nada me hace sospechar que en esta ocasión no lo estén, que la sangre y el conocimiento tiran mucho, hasta el pasado 8 de marzo pocas mujeres, por no decir ninguna, habían tenido la posibilidad de empuñar la batuta y dirigir a nuestros músicos, aunque fuera de forma extraordinaria. La pionera en este caso fue la directora valenciana Beatriz Fernández Aucejo, que cuenta con un envidiable currículo al frente de Orquestas Sinfónicas de media España, Berlín, México, Corea del Sur y Francia.

Sentado el precedente y comprobado in situ que la iniciativa fue todo un éxito, y así hay que reconocerlo, también sirvió para afirmar que la dirección de orquesta no es solo cosa de hombres, como ya se encargó de demostrar la holandesa Antonia Brico, cuando a principios del siglo XX dirigió la Orquesta Filarmónica de Berlín. Y ahora viene la propuesta, que todo llega.

Aun siendo consciente de la dificultad que supone contar con la disponibilidad de directoras de orquesta, habida cuenta de la escasez de profesionales encargadas de tal menester, sería de agradecer que nuestro Ayuntamiento insertase en su programación anual la celebración de conciertos extraordinarios que fueran dirigidos por directoras, de tal forma que la presencia entre nuestros músicos de la directora Fernández Aucejo no fuera solo flor de un día, sino el comienzo de una sana costumbre. 

Pese a que las mujeres son mayoría en los conservatorios de música, la realidad es que se encuentran con un techo de cristal al intentar acceder a ser directoras de orquesta en España. Y es que de las 34 orquestas de la Asociación Española de Orquestas Sinfónicas, solo dos cuentan con una mujer como directora titular. Hay que ver lo que cuesta cambiar la mentalidad de quienes piensan que un puesto que, tradicionalmente, por ser de liderazgo de un grupo humano, está reservado a los hombres, olvidando que la música no entiende de géneros.

Nuestro Ayuntamiento tiene ante sí el reto de abrir una brecha importante en ese techo de cristal y convertir lo extraordinario en ordinario. Y ya que nos dicen por activa y por pasiva que disponemos de los Presupuestos más sociales y participativos del mundo mundial, estaría bien que lo demostrasen con hechos y no solo con palabras, y nada mejor para ello que poner los medios necesarios para visibilizar la presencia de mujeres en un ámbito tradicionalmente reservado a los hombres. La música, nuestra Banda y sus fieles seguidores lo agradeceríamos. 

PD. Aunque ya se sabe que las cosas de palacio van despacio, espero que esta modesta propuesta sea una realidad de forma más rápida que la instalación del marcador en el Carlos Belmonte. Y es que no solo hay que poder, sino que también hay que querer. ¿Querrá el alcalde hacer política con mayúsculas o se conformará con asfaltar y enladrillar?, que dicho sea de paso es su obligación. Se admiten apuestas.

 

Comparte en tus redes

En la gestión del agua también importan quien gobierna

Comparte en tus redes

A la cola en peatonalización

Comparte en tus redes