por Antonio Martínez | artículo de opinión

Querido paisano: Te escribo desde la que fuera tu morada en la Motilla del Acequión, una de las joyas de la Cultura de las Motillas y única en nuestro entorno. Que cualquiera lo diría, dada la escasa atención que se le presta desde la Casa Consistorial a este yacimiento arqueológico de primer orden, y mira que te he sugerido en ocasiones que primero te constituyeras en Asociación de Vecinos para federarte a continuación y probar suerte bajo ese paraguas protector, uno de los pocos que parece ser del agrado de nuestro apreciado alcalde. Quien sabe, igual suena la flauta y dentro de unos años podemos contemplar tu antiguo hogar compitiendo en Tu casa a juicio, o en algún programa similar. Por probar…

Como bien sabes, el pasado jueves tuvo lugar la sesión plenaria correspondiente al mes de noviembre, en la que se trató, además de otros asuntos de capital importancia, una moción suscrita por el grupo de los tránsfugas, perdón, de los no adscritos y otra por los grupos municipales Popular, Socialista y de Unidas Podemos, esta última de forma conjunta. Sí, has leído bien, de forma conjunta.

Pero vamos por partes que la cosa tiene miga.

El texto conjunto firmado por los grupos antes citados, versaba sobre el día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, y utilizaba la misma redacción que no fue posible aprobar en el seno de la FEMP, a pesar de haber sido consensuada previamente, por la  negativa a última hora del Partido Popular a su firma, salvo que se incluyera en la redacción un tirón de orejas al Ministerio de Igualdad por el fallo en las pulseras telemáticas. Y es que ya se sabe que cuando alguien se quiere hacer el remolón, no hay nada mejor que llamar al muñidor de turno para que encuentre un problema para cada solución, personaje además bastante desmemoriado, porque mira que no acordarse de incluir en el rapapolvo el problemón de los cribados del cáncer de mama en Andalucía. Cosas que pasan, que dice el americano anaranjado.

Pero a lo que iba, nuestro alcalde, utilizando eso que se ha dado en llamar la Marca S, buscó el apoyo en los grupos de la izquierda para sacar adelante la moción, porque tampoco era caso de que el pleno municipal debatiese cuatro o cinco textos diferentes para una misma problemática y, en consecuencia se le manchase el traje de hombre de consenso y acuerdo que presume vestir, y en un  claro ejercicio de funambulismo político ofreció a los firmantes el mismo texto que él mismo, sí, que el mismo y en persona,  había desechado en Madrid días antes, siendo consciente de que no podía mirar a su derecha porque allí poco calor iba a encontrar. De hecho VOX presentó su propio texto para que fuera remitido a la papelera sin más trámite por el resto de concejales y concejalas. Y por lo que respecta al grupo de los tránsfugas, perdón, que cabeza la mía, al de los no adscritos, que aunque sigan a pies juntillas las instrucciones que les hacen llegar desde el despacho rectangular de la Casa Consistorial, tampoco era caso de pedirles el sacrificio de que estampasen su firma junto a tamaña pléyade de rojos malos, teniendo que conformarse con arrancarles un flojito sí de puro compromiso y conveniencia, porque es sabido que a ellos estos asuntos a ellos ni les van ni les vienen. Al dueto en cuestión lo que de verdad les pone es declarar persona non grata al Presidente del Gobierno, además de pedir, una vez más, su dimisión. Que visto lo visto hasta ahora, ya es gana de perder el tiempo.

La paradoja de la mañana se dio cuando el grupo popular, con el primer edil a la cabeza, no dudó en echarse en brazos de los tránsfugas, perdón otra vez, de los no adscritos, para comprarles enterita la moción que presentaban, añadiéndole de paso dos huevos duros más, de tal forma que el Pleno del Ayuntamiento de Albacete acabó haciendo el ridículo del mes declarando persona non grata al Presidente del Gobierno. Cualquier cosa, que diría aquel.

Hay que ser muy desahogado para señalar con el dedo acusador a otra persona por las mismas faltas que quien señala ha cometido, porque, salvo que yo esté muy equivocado, el dúo sin adscripción (será formal, porque de hecho siguen bebiendo de la misma fuente que las concejalas de VOX), fue expulsado del partido de la ultraderecha por saltarse a la torera las directrices de partido y hacer de su capa un sayo porque yo lo valgo como única excusa. Y quien así actúa, aún se permite el lujo de calificar a los demás utilizando los mismos atributos que le adornan. Es un decir.

La paradoja tiene además una segunda lectura que afecta directamente a la primera autoridad local, que repitió incansable el 25N, que “Albacete no tolera las violencias machistas”. De ahí que buscase aliados fuera de zona de confort habitual para esgrimir una aparente unidad de acción frente a este tipo de violencia, dejando fuera de ese conglomerado a quienes con su ausencia y falta evidente de compromiso, parece importarles un rábano lo que les pueda suceder a esas mujeres que son agredidas hasta causarles la muerte solo por el hecho de haber nacido mujeres, mientras que a continuación no duda en abrazar la última ocurrencia de la derecha más casposa y antediluviana y se suma a una petición tan estrambótica con tan poco recorrido y tan insustancial como la presentada por el mencionado par.

Si quien afirma con rotundidad que Albacete no tolera las violencias machistas, digo yo que también debería ser intolerante con quienes se ponen de canto desentendiéndose de esta lucha, y en consecuencia debería devolverles las cartas y hasta rosario de su madre, partir peras, salario mensual incluido y cada mochuelo a su olivo. Y ya puestos exigirles que dejen en casa los símbolos franquistas que lucen en la sede de la soberanía popular local, si no quiere que se le confunda con uno de esos nostálgicos de la dictadura que como los guiscanos  florecen tras las lluvias de otoño. Aunque supongo que sabrás que esto jamás sucederá, porque cuando te topas con un experto en nadar y guardar la ropa, cualquier cosa es posible. Y este es un matrimonio de conveniencia hasta que las próximas elecciones los separen… o los unan para siempre, que cosas más difíciles se han visto..

Y si esta realidad no te gusta, ya sabes lo que toca hacer cuando toque.

PD. Cuando rascas un poquito, no hay pista de hielo, luces inmersivas, ni chocolate calentito que tapen la realidad de lo que se es.


DESDE EL ACEQUIÓN | ARTÍCULO DE OPINIÓN | ANTONIO MARTÍNEZ MARTÍNEZ, exconcejal y exsecretario general del PSOE de Albacete

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