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Emilio Sáez Cruz | Diputado nacional y portavoz del Grupo Municipal Socialista en el Ayuntamiento de Albacete

Todo comenzó hace 50 años, cuando la crisis petrolera provocó un terremoto económico especialmente en el continente europeo. Desde ese momento, en 1973, germinó un movimiento en determinados países encaminado a reducir el consumo de combustibles fósiles, para comenzar a buscar alternativas que, por un lado, evitaran la dependencia del petróleo y sus derivados y, por otro, que dañaran menos el medio ambiente, apostando por medios de transporte más sostenibles.

Las iniciativas de los estados en pro de una concienciación ciudadana para reducir el uso del automóvil se sucedieron hasta que, en el año 2000, la Comisión Europea declaró el 22 de septiembre como Día Mundial Sin Coche, extendiendo las actividades asociadas a la celebración a la que se denominó Semana Europea de la Movilidad.

Nuestra ciudad se incorporó desde un primer momento a esta conmemoración reivindicativa, celebrando ya en el año 2000 Albacete sin mi coche, cuyos resultados fueron muy satisfactorios puesto que se redujo la circulación rodada en nuestras calles y plazas en torno a un 20%. Entre las conclusiones extraídas en aquella jornada por el Ayuntamiento, presidido por el alcalde socialista Manuel Pérez Castell, figuraban la necesidad de mejorar y potenciar los autobuses urbanos en la ciudad, la implantación de una red de carriles bici y la realización de una trama peatonal agradable para reducir el uso del coche a aquellos casos en los que fuera estrictamente necesario.

Ahora, 23 años después, podemos decir que nuestra ciudad ha avanzado sobremanera en estos aspectos, con una red de transporte urbano más acorde con la demanda ciudadana y, con ello, reduciendo la necesidad de utilizar el vehículo privado; de otro lado, con una trama de carril bici que ha ido aumentando progresivamente y para la que se dispone de fondos europeos para seguir avanzando, y con una apuesta clara y evidente por la peatonalización.

En este punto, es innegable que en materia de movilidad urbana la ideología juega un papel importante. El inmovilismo que durante años ha primado en nuestra ciudad, negando a los albaceteños y albaceteñas la oportunidad de pasear por un centro urbano libre de coches fue relevado por la apuesta decidida del Equipo de Gobierno anterior. Hoy, nuestra calle Ancha es de la ciudadanía que quiere recorrerla a pie y no de los 8.000 automóviles que la ocupaban día a día. Además, fue en la anterior Corporación cuando se cerraron al tráfico Gaona y Rosario. Esas decisiones llegaron tarde si las comparamos con otras ciudades europeas, pero hoy en día sería impensable volver atrás.

En esta línea, los socialistas entendemos que es necesario seguir dando pasos, y de ahí nuestra propuesta electoral de peatonalizar el resto de la calle Ancha, desde la plaza de Gabriel Lodares hasta Tinte, y que no se hizo por la pusilanimidad de algunos grupos políticos que optaron por no hacer nada para no equivocarse, como siempre.

También se ha trabajado en los últimos años en la mejora de numerosas calles y plazas de nuestros barrios, convirtiéndolas en peatonales o en espacios de preferencia peatonal.

Ahora nos enfrentamos al reto de la puesta en marcha de la Zona de Bajas Emisiones, para lo cual ya hay una Unión Temporal de Empresas trabajando para definir en qué espacios se limitará la movilidad a vehículos contaminantes para mejorar la calidad de vida de los vecinos y vecinas, de acuerdo con la Ley de Cambio Climático.

En este aspecto, el compromiso del Grupo Municipal Socialista con la defensa de la mejora de la salud de la ciudadanía y de la calidad de vida urbana, impulsando una movilidad más sostenible e inclusiva con menor impacto en el medio ambiente sonoro y fomentando la movilidad activa y la recuperación del espacio público es total. Y nuestro cuaderno de ruta seguirán siendo los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030.