La falta de impulso del alcalde y el retraso en la creación de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) en Albacete pone en riesgo los Fondos Next Generation recibidos por la ciudad y lastra la transición hacia un modo de vida más saludable.
El 2 de septiembre de 2022, un Aquiles llegó a nuestra ciudad para ilusionar a mayores y pequeños y para ser testigo del gran cambio que nos permitió entrar en el club de las ciudades con un amplio centro peatonal, dando prioridad a una movilidad sostenible, a las personas, a la salud, a la convivencia, al ocio y a la cultura, apartando los malos humos. Con un amplio respaldo, a excepción de los negacionistas del cambio climático, el anterior Equipo de Gobierno con un alcalde socialista impulsó una medida transformadora que trajo prosperidad.
En estos momentos, Albacete se enfrenta a dos importantes retos que la anterior Corporación Municipal comenzó a abordar: la implantación de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) y el diseño de la nueva red de transporte de la ciudad y las pedanías, temas que deben ser tratados de manera integral, en consonancia con la Estrategia de Movilidad Segura, Sostenible y Conectada 2030, aprobada en 2021.
La Agenda 2030 nos marca la transformación de la sociedad, y la movilidad sostenible es uno de sus ejes fundamentales, considerada un objetivo transversal y clave para la consecución de varios de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), desde el ODS 3 (Salud y Bienestar) al ODS 7 (Energía Asequible y No Contaminante), ODS 9 (Industria, Innovación e Infraestructuras), ODS 11 (Ciudades y Comunidades Sostenibles) y el ODS 13 (Acción por el Clima).
El Plan de Acción Local de la ciudad de Albacete ya incluye numerosas actuaciones encaminadas a cumplir con las 169 metas de esta agenda global, que necesita del convencimiento local para hacerse realidad. Las decisiones a adoptar en este campo por el Ayuntamiento deben enfocarse en este compromiso con la ciudadanía.
Albacete, como muchas otras ciudades, ha experimentado un crecimiento urbano y poblacional, y debemos ser capaces de planificar una movilidad que permita una convivencia sostenible y habitable, con un impacto directo y beneficioso en la salud de las personas. Tomar acuerdos consensuados hará de Albacete una ciudad más compartida.
La Ley 7/2021, de 20 de mayo, de Cambio Climático y Transición Energética, promovida por el Gobierno de España, estableció que las ciudades de más de 50.000 habitantes debían delimitar una Zona de Bajas Emisiones (ZBE) para frenar el efecto invernadero y mejorar la calidad de vida de las personas. Pero ya ha pasado año y medio desde que tomó posesión el actual Equipo de Gobierno del Partido Popular, y todavía no se conoce nada sobre la estrategia local de movilidad sostenible.
Los fondos europeos Next Generation, conseguidos por el anterior Equipo de Gobierno Socialista y que superaron los 10 millones de euros, están supeditados a la puesta en marcha de la ZBE. En este sentido, estaremos vigilantes, pues ya hay ciudades gobernadas por la derecha que han puesto en riesgo e, incluso, han perdido parte de esta financiación comunitaria, como ha sucedido con Murcia o Valladolid, por no cumplir con los requisitos exigidos al negarse a establecer la ZBE.
En el PSOE tenemos una agenda clara en materia de movilidad y la defenderemos por convicción, no por imposición, porque creemos en la necesidad de cuidar nuestro entorno y, con ello, mejorar la calidad de vida de todos y todas.
En la anterior Corporación conseguimos peatonalizar el eje central de la ciudad (Tesifonte Gallego-Marqués de Molins-Altozano-Paseo de la Libertad), y vamos a seguir reivindicando que se prolongue esa peatonalización hasta la Plaza de Gabriel Lodares. Esta medida sería relativamente fácil de implementar, contando además con el acuerdo del comercio local. Consideramos que la prolongación de la peatonalización tendría el valor añadido de conectar el centro urbano con dos de los pulmones verdes de nuestra ciudad, el Parque Abelardo Sánchez y el Parque Lineal, un trayecto seguro y saludable para el tránsito peatonal.
Si pensamos en una alternativa al vehículo privado, no podemos dejar de impulsar políticas de movilidad sostenible, en las que el transporte público juegue un papel principal, y junto con la bicicleta, sean una opción real y efectiva para desplazarse por el municipio.
Una de las medidas que reivindicamos con más fuerza desde el PSOE, y que habla de igualdad de oportunidades, es la conexión del transporte público con las pedanías y la entidad local menor de Aguas Nuevas, un tema que debería abordarse aprovechando la nueva concesión administrativa, que lleva cierto retraso. Es fundamental seguir avanzando, como lo hizo la anterior corporación, con la incorporación de nuevos vehículos híbridos y el desarrollo del Plan Director de Transporte, creando nuevas líneas.
Por otro lado, alentar el uso de la bicicleta como medio de transporte alternativo es otra de nuestras prioridades, por lo que resulta fundamental la ampliación y modernización del servicio de préstamo de bicicletas. Por ello, consideramos imprescindible la creación de un organismo municipal con competencias en esta área: la Oficina Municipal de la Bicicleta.
Otro tema clave es la conectividad de la red de carriles bici para proteger a los usuarios y dar fluidez a este medio de transporte. Aprovechando los fondos europeos, la anterior corporación inició proyectos para renovar calles emblemáticas –Hermanos Jiménez, Hermanos Falcó, carretera de Barrax–, incorporando la infraestructura ciclista correspondiente. Ahora, es el turno del Partido Popular para completar los recorridos de carril-bici.
Europa está celebrando la Semana de la Movilidad. Y aprovechando esta efeméride, desde el Grupo Municipal Socialista reafirmamos nuestro compromiso con una movilidad sostenible que sea el motor de las ciudades del presente, sí, pero también del futuro, permitiendo que disfrutemos de un entorno más saludable, seguro y accesible.
Amparo Torres Valencoso
Portavoz del Grupo Municipal Socialista